lunes, 19 de septiembre de 2011

Amistad, amor y sexualidad

Un perspectiva para comprender mejor a los jóvenes.

Manuel Fuentes Wendling (*)


Introducción

Este breve ensayo tiene su origen en uno de las miles de correos electrónicos recibidos entre los años 2000 y 2002, luego de fundarse el portal en internet http://www.pololeos.com/ , una iniciativa sin fines de lucro destinada a entregar ayuda a los adolescentes de habla hispana, inglesa y portuguesa, que se mantiene activa y vigente en la red mundial y en la cual colaboraron como fundadores profesionales de Chile, Estados Unidos, Brasil y Alemania.

En julio de 2001 una joven de los Estados Unidos escribió al portal haciendo las siguientes preguntas:


 ¿Por qué cree usted que la sexualidad adolescente es mirada por los adultos como un problema?"

La respuesta que en la oportunidad envié fue breve y bien acogida. Posteriormente consideré que el tema merecía más profundidad para su publicación en internet.

Una encuesta sobre conductas ante la sexualidad hecha vía e-mail entre adolescentes que escribían de diversos países; intercambio de ideas con sociólogos, psicólogos, psiquiatras, médicos, antropólogos, genetistas e investigadores, por vía de sus blogs o a través de e-mails; y, finalmente, charlas en foros abiertos o en chat bipersonales, dieron forma y sentido a este texto cuyo fin no es otro que contribuir al mejor conocimiento de la sexualidad de los jóvenes entre los mismos jóvenes y entre los adultos.

Tanto su redacción como su presentación están pensadas en sus destinatarios, los y las jóvenes. Por tanto se ha procurado ser directo y simple en la terminología, a la vez que breve, dado el soporte utilizado – internet - y la no excesiva paciencia de los destinatarios para leer.


En enero de 2010, una revisión del texto original me permitió enriquecerlo con información actualizada y ajustar su redacción.


Una visión personal 

Dejo anticipada y expresamente establecido que este texto resume un punto de vista personal y no compromete a otros integrantes, participantes o colaboradores de www.pololeos.com ni a instituciones vinculadas a él.

Amor y amistad 

Pienso, en general, que la amistad, por una parte, y el amor de pareja, por otra, han estado presentes siempre entre los seres humanos desde que éstos impusieron su supremacía en el reino animal.


Ambos son sentimientos que pueden expresarse en determinadas circunstancias y de diversas formas y obedecen a patrones de conducta preestablecidos que, en el caso de la amistad, se vincula con la sociabilidad (los seres humanos se agrupan en sociedades y forman culturas) y con el deseo sexual (en el caso del amor), un rasgo incorporado en nuestra genética.


La amistad
La amistad no distingue género y puede establecerse entre una o más personas. Se ha cimentado siempre, a mi juicio, en la armonía de personalidades, mutuas conveniencias, afinidades y recíproca aceptación inteligente de nuestros humanos defectos y errores.

Protocolo no escrito


La amistad es también, en mi opinión, un protocolo o acuerdo no escrito entre dos o más personas para ayudarse y para compartir. En su base, pienso, está la solidaridad en la vida de comunidad, un aspecto más que necesario para proteger la especie cuando el hombre luchaba por su supremacía en el mundo.


Funcionalidad 

La amistad es funcional a una variada cantidad de circunstancias y siempre consecuencia de alguna razón de identidad con los demás que participan de ella.


Cuando desaparece tal identidad o estimulo, la amistad desaparece y la reemplaza un registro neutro de experiencias que sirven de modelo para la creación de similares procesos. Así y todo, la amistad puede recrearse si se restituyen los estímulos que la originaron.


El amor 

El amor de pareja, independiente de la libre idealización que cada persona pueda darle desde su propia perspectiva cultural o en el marco de la sociedad donde se desenvuelve históricamente, tiene, en mi opinión, su base y fundamento en una conjunción e interacción bioquímica entre dos personas.


Amor y genética


Esa conjunción bioquímica se adentra en lo más profundo de la estructura genética de la especie humana y constituye la herramienta con la que ésta busca mantener su supremacía respecto de las demás especies. Es lo que, en términos generales, propone la Teoría Evolucionaria o síntesis evolutiva moderna, con cuyos conceptos me identifico.


Mecanismo auxiliar 


El amor de pareja, por tanto, aparece como un mecanismo preestablecido auxiliar del instinto sexual. Está inserto en la genética humana. Por eso es trascendente y, la mayoría de las veces, está por sobre la razón.


Selección natural 

El amor de pareja al ser un mecanismo auxiliar del instinto sexual actúa para contribuir a la relación (selección natural) entre los seres humanos de género diferente.

Sólo en casos de alteraciones en los cromosomas sexuales y como consecuencia de los trastornos y desorientación que tal situación provoca, puede surgir una expresión de amor entre individuos que, en apariencia física, se muestran como del mismo género.


Instinto sexual 


Tras el amor de pareja está el instinto sexual y una lógica evolucionaria (o proceso de evolución natural de los seres humanos) que hizo la selección de tal deseo, y que en la práctica se expresa inicialmente por un mutuo reconocimiento, percepción, evaluación y aceptación personal. Sigue con un proceso de intercambio de códigos extraverbales (movimientos y gestos) y sonidos y, desde que el ser humano aprendió a hablar, verbales (expresiones de voz). Se extiende en un etapa de intercambio de experiencias y búsqueda de afinidades, y culmina en la exploración y estimulación físicas y el descubrimiento de la sexualidad compartida.


Relaciones adolescentes 

Por lo anterior es que creo que la relación sentimental de pareja en los adolescentes tiene plena legitimidad y ésta se extiende a su sexualidad.

Como dice A. Fischer:

"El deseo sexual es un rasgo que aparece en las personas sin necesidad de enseñarse, aprenderse o imitarse. Está incorporado en nuestro genoma, y fue seleccionado porque es un instinto que permite transmitir los genes a la siguiente generación, hecho indispensable para no desaparecer como especie del reino animal. Ese es un rasgo genético de los seres humanos, sin perjuicio de las variaciones de formas y costumbres con que ese deseo sexual se manifiesta en conductas en las distintas culturas".


Sexualidad en la adolescencia 

La sexualidad adolescente se presenta como un problema luego de que el ser humano, como consecuencia de la investigación y los descubrimientos de la ciencia médica, modificó y amplió su sobrevivencia, pero mantuvo inalterables los períodos de su maduración sexual, que están impresos en los códigos genéticos.

Mandato ancestral 

El término "adolescencia" se refiere al período de los seres humanos que se inicia con su pubertad, y culmina cuando ya está en condiciones de reproducirse y avanza hacia su condición de adulto social según la siguiente descripción:

"La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas".
Pero esta afirmación, universalmente aceptada ¿no estará contraviniendo la naturaleza propia del ser humano?

Hoy, al Igual como ocurría hace miles de años, en la denominada adolescencia los seres humanos ya tienen plenamente activos los mecanismos para la reproducción. Esta es una condición genética ancestral que predispone al individuo para cumplir con el mandato natural de conservar su especie, una especie que, por su condición primitiva, en sus orígenes no superaba los 25 o menos años de vida como promedio.


Genoma y deseo sexual

En palabras más claras si, como dice Fischer, el deseo sexual está incorporado en nuestro genoma y fue seleccionado porque es un instinto destinado a evitar desaparecer como especie del reino animal, al extenderse la esperanza de vida el predominio humano se ha asegurado, pero los mecanismos de la sexualidad se conservan intactos en los individuos como si la especie estuviese aún en riesgo.

Los datos proporcionados por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) sobre esperanza de vida al nacer, (al 2009), muestran que de 224 naciones y territorios, en primer lugar se encuentra Macao, con un índice de 84,3 años y en el último está Angola, con 38,2 años

Comparativamente, los antecedentes disponibles señalan que el promedio de esperanza de vida en la Grecia Clásica era de 28 años, el de Norteamérica Precolombina entre 25 y 30 y el de inicios del siglo pasado, 30 a 45 años.

Por tanto, y siguiendo el pensamiento de A.Fischer, si los mecanismos genéticos de la sexualidad en el ser humano se encuentran intactos, el período así denominado actualmente como adolescencia, 9/10 a 17/18 años, correspondería a la edad plena promedio de 15 años en que la especie busca instintivamente su conservación, es decir a mitad de su vida.

Pero al prolongarse la vida, la edad genética de 15 años pasa a situarse en el primer quinto de la que bien podría definirse como existencia social de un individuo, generándose el conflicto entre los naturales instintos del joven y los frenos culturales que le imponen los adultos "sobrevivientes" a la edad límite de 30 años.

Extensión de la vida

Al ampliarse el horizonte de vida humano por sobre los 80 años (en las naciones desarrolladas), la sociedad moderna en vez de entregar una educación apropiada sobre la sexualidad y el amor, para que cada adolescente enfrente y administre más responsablemente la etapa que vive, optó por la coerción bajo diversas formas, en un equívoco esfuerzo para tratar de inhibir en ellos el impulso vital de procrearse.

La contracepción 

Pero como el instinto de la sexualidad no puede detenerse ni en los adolescentes ni en los adultos, la ciencia médica buscó el recurso de bloquear sus consecuencias - la procreación - a partir de la contracepción en sus diversas formas, un paso que cada vez adquiere mayor consistencia en las sociedades occidentales.

Responsabilidad materno-paterna 

Es necesario reconocer que aunque el mandato de la naturaleza de procrearse está en la genética de cada joven, la complejidad de la vida moderna obliga a asumir con plena responsabilidad la función paterno-materna, cualquiera sea la sociedad en que se viva en el mundo, constituyendo una obligación de los estados y sus autoridades informar, orientar y guiar a los adolescentes desde su infancia, a enfrentar la para ellos difícil etapa de ser mujeres u hombres en condición de ejercer el acto de procrear y convertirse en madres o padres.


Ejercicios preparatorios

Por eso es que el conjunto de circunstancias genéticas, sociológicas e históricas, ha convertido las relaciones de pareja de los adolescentes, una institución no reconocida en las actuales sociedades nacionales, en ejercicios preparatorios para enfrentar una futura relación/compromiso de pareja formal adulta.

Adultos responsables


El supuesto teórico es que los jóvenes deben entender que para cumplir la orden natural de procrearse, inserta en su genoma, tienen que llegar a la edad adulta con los instrumentos sociales (recursos económicos y materiales) suficientes como para asumir de manera responsable su tarea de madres o padres.


Pero el cómo debe hacerse entender tal responsabilidad, el cuando debe hacerse y el quién debe hacerlo, definitivamente son elementos no resueltos ni a través de los sistema de educación ni por la vía de la preparación de los padres. Tampoco es materia que preocupe mayormente a las Secretarías de Educación ni menos a las correspondientes comisiones o comités de los Parlamentos. Finalmente, padres y madres, ya entrada la primera década del actual milenio simplemente no saben qué hacer ante el desafío de enseñar a sus hijos o hijas lo que nadie les enseñó. El único paso que tímidamente dan algunos de ellos es sugerir el uso de preservativo.

En medio esta falta de respuestas de las sociedades y de padres y madres al desafío de la sexualidad juvenil, un verdadero bombardeo publicitario/comercial e informativo de farándula o de entretenimiento, se ha apoderado de los medios de comunicación que, apelando con desenfado a conceptos de eroticidad y exaltación de la voluptuosidad femenina o masculina, busca provocar atención en nuevos productos y modas o aumentar los rating de sintonía o de venta, sumándose, además, la pornografía expuesta en cientos de sitios web.

Si bien el blanco principal de esa eroticidad mediática son los adultos jóvenes y adultos con recursos económicos, los adolescentes, por lo general sin mayor poder adquisitivo, terminan también envueltos en esta vorágine que compromete la estabilidad de su comportamiento emocional y sexual.


La procreación

Sólo los adultos que logran comprender lo que es y significa la procreación de la especie humana, particularmente quienes ejercen los roles de padres, profesores o guías escolares, están capacitados para entender, en alguna forma, las relaciones de pareja en la adolescencia y el comportamiento sexual implícito en las mismas


Choque de rasgos

La condición de "responsabilidad sexual" exigida a los jóvenes se sitúa en el contexto de los rasgos de carácter cultural del ser humano y se convierte en un código de conducta que provoca en los adolescentes desorientación porque choca con sus rasgos de carácter biológico.


El si natural y el no social

Ocurre, entonces, que mientras su entorno cultural (la sociedad donde vive) le dice a un joven que no debe tener relaciones sexuales con su pareja adolescente, ese mismo adolescente y su pareja sienten, en algún momento, el mandato natural de procrearse, expresado en estados progresivos de mutua excitación sexual que pueden ser incontenibles.


Tema de preocupación

La sexualidad adolescente vinculada a los sentimientos de amor que nacen en este período de la vida humana debe ser preocupación de todos los líderes de organizaciones internacionales y de las naciones, de los investigadores de diversas disciplinas y de las autoridades educacionales, entre otros actores, porque ya es un hecho comprobado que la adolescencia (particularmente en las niñas) se está adelantando en las naciones desarrolladas o en aquellas que están en vías de convertirse en tales, como consecuencia de alteraciones hormonales generadas por cambios en su dieta. Tal situación traerá como consecuencia, inevitablemente, una mayor cantidad de adolescentes convertidas en madres solteras, con el consiguiente impacto social para las protagonistas y sus familias y para los sistemas educacionales y de salud pública de las naciones.

Santiago, Chile, enero 2010


(*) Manuel Fuentes Wendling es periodista y escritor. Autor de dieciséis libros sobre historia, investigación política, arte y orientación personal, incluyendo "Amor en la Adolescencia", este ensayo escrito en 2002 y revisado en enero de 2010 es su contribución a la Teoría Evolucionaria o Síntesis Evolutiva Moderna, particularmente en lo que se refiere a la adolescencia.



(A. Fischer A. "Evolución. El nuevo paradigma". Editorial Universitaria. Santiago, Chile. Año 2001).

1 comentario:

  1. La sexualidad es el conjunto de aspectos que abarcan todo la persona humana, por esto necesita ser educada en toda su totalidad, y es desde la infancia con los padres de familia que se debe comenzar este proceso inculcándoles, valores espirituales, humanos y desarrollando su fuerza interior para un satisfactorio desarrollo emocional y físico en los hijos. Más información aquí → http://porunasupervidasexual.com/blog/

    ResponderEliminar